domingo, 18 de noviembre de 2012

¿Castidad? Si, y con la cabeza bien alta.

Esta chica católica esta bien harta. ¿De qué? 
De lo de siempre, de todos los neopaganos que se burlan de la castidad. Y yo no saco el tema, pero es cuestión de tiempo, una vez que "notan" que soy católica y que tengo novio. (Ah, nunca les conté, pero tengo novio)

La pregunta clásica es "¿Hacen todo lo que la Iglesia dice?" JA- JA-JA! (risa de incomodidad).
Mi respuesta es directa, estoy orgullosa de ser Católica y de que con la gracia de Dios pueda llevar un noviazgo casto.
Y luego de eso y ante la mirada burlona y vergonzosa de mis interlocutores explico porque ellos no comprenden la virtud de la castidad. Aquí lo resumo tomando palabras del Padre Miguel Angel Fuentes, I.V.E en su libro "La Castidad, ¿posible?".

(...)"La televisión y el cine están casi totalmente genitalizados; es
muy poco lo que puede verse hoy en día en estos medios sin que
se exija un estado de alerta. Las propagandas comerciales, las películas,
los programas de entretenimiento, los argumentos de las
novelas y hasta las mismas noticias cotidianas encierran imágenes
cargadas de contenido erótico cuando no explícitamente pornográfico.
¡Y la imagen visual es un elemento impactante y condicionante
en la psicología humana, que difícilmente se borra y que
vuelve una y otra vez a la memoria sensitiva de la persona!
Internet —el elemento más simbólico de nuestra cultura actual—
se ha convertido en un terreno privilegiado por la industria
de la pornografía. Ésta es, de hecho, el tercer sector económico en
la web, moviendo más de mil millones de dólares anuales. Lo cual
significa que un sector gigantesco de los que usan Internet reciben
y buscan pornografía. ¡Y no estamos hablando aquí de la erotización
encubierta que caracteriza a muchísimas páginas que no están
comprendidas en la categoría de pornográficas!
Algo análogo se debe decir de las demás artes y de otras manifestaciones
culturales como la literatura, la pintura, la música, y
los medios de comunicación gráficos (periódicos y revistas) y orales
(radio), etc., que hacen constante referencia al sexo y más propiamente
a la lujuria. En muchos casos se usa el pretexto de incursionar
en temas “maduros” y en “problemas” actuales; pero en el
fondo se pone de modo insidioso y porfiado el tema sexual ante
los sentidos.

De esta manera la sexualidad desordenada se ha convertido
en una verdadera obsesión para muchas personas. Es una idea
obsesiva y agotadora. Y hay que reconocer que es heroico mantenerse
firmes ante tantas arremetidas diarias. Y muchos no lo logran,
terminando no solo con una vida sexual desordenada (masturbación,
pornografía, homosexualidad, relaciones no matrimoniales)
sino con auténticos problemas de adicción al sexo (o sea, a
la lujuria).
Esta ofensiva contra la castidad no sería tan efectiva, como lo
es, si no fuera por el terreno que le preparan las ideas culturales en
que se asientan nuestras cabezas. De hecho hacen tanto daño (o
tal vez más) las ideas contrarias a la castidad que las mismas imágenes
pornográficas (de la naturaleza que sean) que se presentan
a nuestros sentidos.
La falta de reacción ante el hostigamiento diario (o la reacción
equivocada de algunos) se debe en gran medida a haber
aceptado algunas ideas distorsionadas sobre la sexualidad. Teorías
que sostienen, por ejemplo, que la castidad es imposible, o que no
se debe ligar la actividad sexual al ámbito del matrimonio, o que
toda manifestación de amor debe estar abierta a la expresión genital,
y muchas otras que están en la base de las actuales propuestas
“educativas” que se denominan ambiguamente “educación
sexual”.
Esto es lo que principalmente trunca de raíz toda lucha a favor
de una vida afectiva ordenada según los mandamientos de
Dios y de la ley natural.
¡Todos golpean como a una pared ruinosa que termina por
derrumbarse quejosamente!"(...)

Bueno, seguiré posteando sobre el tema. Principalmente, el aspecto positivo de dicha virtud. 
Hoy ya es demasiado tarde y tengo que hacer mis oraciones antes de ir a descansar.

¡Nos estamos leyendo!

2 comentarios:

  1. Soy un hombre católico español, de Toledo. Hace unos días me encontré con esta web por casualidad, buscando en google cosas para las chicas de mi catequésis parroquial.
    Tan solo quiero expresarles mi admiración y agradecimiento por lo que vengo leyendo. ¡Qué gozada! Escuchar a chicas de hoy hablando sin complejos de la castidad, de obediencia a la Iglesia, de maternidad, de esa feminidad que hoy se presenta como obsoleta por parte del mundo...En fin, es una gozada leerlas a ustedes. Sigan así: han ganado un lector desde España.
    Gracias.

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  2. Alberto, muchas gracias por su comentario. Me pongo a su disposición, para lo que necesite.
    Me encomiendo a sus oraciones,
    Saludos desde Argentina,
    Chica Católica

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